El estallido, al parecer de una granada, causó la muerte de tres wayuu, incluidos dos menores de edad, en la ranchería Jaguao, localizada a 25 minutos del casco urbano de Uribia.
En la explosión también resultó lesionado René Epiayú Ipuana, de 35 años, quien inicialmente fue llevado a un centro asistencial de Uribia, pero debido a la gravedad de las heridas tuvo que ser trasladado al hospital San José de Maicao.
Las víctimas fatales fueron identificadas como Pedro Luis y José Néstor Epiayú, de 4 y 14 años, respectivamente, y Benigno González Gouriyú, de 38 años.
Según las versiones entregadas por líderes de la ranchería a la Policía, la detonación ocurrió aproximadamente a las 6 de la tarde del martes, cuando una de los víctimas manipulaba el artefacto.
Víctor Hugo Mejía, secretario de gobierno de Uribia, dijo que tras conocer el hecho agentes del Ejército y la Policía llegaron hasta el lugar de la explosión, pero que no hallaron los cadáveres porque sus familiares se los habían llevado, como es tradición en la cultura wayuu cuando alguien muere de forma violenta.
Mejía informó que una comisión integrada por miembros del CTI de la Fiscalía y de la Sijín se trasladaron la mañana del miércoles hasta la ranchería para determinar qué tipo de explosivo había sido detonado y establecer lo ocurrido en ese sitio.
El funcionario dijo que están esperando los resultados de la investigación para tomar las medidas pertinentes y que "por lo pronto le recomendamos a la comunidad que se abstenga de manipular explosivos y de tratar con personas extrañas".
La ranchería Jaguao está ubicada en la vía que comunica a Uribia con el corregimiento Wimpechi, corredor por donde transitan a diario los transportadores de combustible venezolano de contrabando.
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